¿Es buena idea emprender en tiempos de incertidumbre?
Podemos quitar las últimas cuatro palabras de la anterior pregunta. Así, directamente.
Veamos cómo queda ahora.
¿Es buena idea emprender?
Si, mejor ahora.
La segunda parte de la pregunta resultaba redundante. Totalmente.
La nueva normalidad es vivir con incertidumbre. Y es a lo que nos tenemos que acostumbrar. A veces será más y a veces será menos. Pero será. Y con los últimos años que llevamos de pandemia, guerras e inflación, tenemos una buena muestra.
Entonces, si te estás planteando emprender tienes que asumir que los próximos años van a ser moviditos. Eso no quiere decir que vayan a ser malos o buenos sino que tienes que preparar el barco para, de vez en cuando y cada vez más a menudo, pasar por fuertes oleajes. Pero tranquilo que seguirá haciendo días de sol donde navegar será un placer.
No estamos ante escenarios excluyentes. De hecho, y pese a todo lo que escuchamos y vemos en las noticias, el mundo cada día va a mejor. Nunca antes había sido tan fácil formarse, viajar, emprender negocios, tener entretenimiento y tantas otras cosas positivas que tenemos actualmente. Por no hablar de los avances científicos y en el campo de la salud.
Justo después de la época más dura de la pandemia, me permití escribir un artículo sobre la incertidumbre y cómo estaba lidiando con ella. He de reconocer que al principio me costó. A todos nos gusta la tranquilidad. Pero mejor todavía es sentirse cómodo en la adaptación al cambio y eso, además, se convierte en una necesidad y una ventaja en estos tiempos.
En dicho artículo mencionaba que uno de los pasos clave para poder sobrevivir en este entorno es aceptar la incertidumbre. Como decía Marco Aurelio en su obra “Meditaciones”; “Preocúpate solo de aquello que puedas controlar”. Por lo tanto, no te preocupes por todos los elementos que generan incertidumbre porque no tienes absolutamente nada que hacer contra ellos. Lo que sí puedes controlar es tu respuesta a los mismos.
Volviendo a la pregunta inicial, parece que de cara a emprender, lo mejor va a ser que nos miremos a nosotros mismos. Nunca en el exterior va a haber una respuesta que nos deba guiar a tomar una decisión tan importante como la de dedicar nuestra carrera profesional a un proyecto propio. Piensa cómo puede afectarte psicológicamente la poca seguridad de tu negocio cuando arranca sumada a la del entorno. Si te ves con fuerzas de aguantar eso, adelante.
Y no busques un momento perfecto. Siempre tendrás dudas. Cuando eres joven porque no tienes experiencia, cuando estás en los 30 porque acabas de tener tu primer hijo, cuando tienes 40 porque tienes que pagar la hipoteca y el colegio de los niños y cuando tienes 50 porque no te ves volviendo a empezar. Siempre vas a encontrar la excusa perfecta. Y si no la encuentras, el mundo te lo va a poner fácil. Pon las noticias y te recordarán lo mal que está todo.
En tiempo revueltos se han creado grandes empresas. Y esto no es casual. En escenarios tan volátiles se aceleran ciertos cambios en la sociedad y en la economía que hacen que afloren oportunidades que sólo los que se atreven pueden aprovechar.
Al final, el mundo es para los valientes.
