¿Emprendo sólo o con socios?

Según varios estudios, el 50% de los matrimonios acaban o acabarán en divorcio. Y esta estadística no ha parado de crecer en los últimos años. Las causas ya las conocemos y no son el objeto de este artículo pero vienen a resaltar lo extremadamente complejas que son las relaciones humanas.   

Y ese complejidad, por supuesto, existe también en la empresa. Y la culpa no es de la empresa si no de los intereses que cada socio pueda tener en la misma.   

Al principio la ilusión de emprender es máxima pero al poco tiempo surgirán problemas. Y si tienes suerte y no hay problemas, como mínimo surgirán desavenencias por algún motivo. Siempre hay conflicto.  

Muchas veces emprendemos con más gente por miedo, por desconocimiento o por falta de capital. También porque creemos que va a ser divertido dar el paso con un/a amigo/a. Bajo nuestro punto de vista, ninguno de esos motivos deberían dar pie a emprender con alguien, al igual que no te casarías por ninguno de esos motivos. ¿O sí?  

Emprendo sólo o con socios

¿Debo emprender sólo entonces?  

Bueno, no hay que ser tan categórico. Encontrar un/a socio/a que te acompañe es algo maravilloso pero sí que hay que entender que es extremadamente complejo y que incluso siendo algo positivo en el inicio, puede cambiar en el futuro.  

Imagínate la siguiente situación.  

Laura y Lucía son dos emprendedoras que deciden montar un negocio. Son amigas inseparables desde los 6 años.  

Laura es soltera, vive en una zona rural y tiene ahorros por una herencia que ha recibido.  

Lucía está casada, tiene 3 hijos, su marido se acaba de quedar en paro y vive en una gran capital. No tiene más ahorros porque los puso todos en el negocio.  

Han trabajado mucho y su negocio está dando unos primeros resultados positivos. Laura, que no necesita un salario, quiere reinvertir todo en campañas de marketing para seguir creciendo. Lucía, por su parte, necesita tener ingresos porque tiene que hacer frente al pago del alquiler, el colegio, las extraescolares de los niños…  

abrir un negocio

¿Cómo se pueden reconciliar estas posturas?  

Puede parecer un escenario extremo pero no lo es. Es una situación que se observa cada día en cientos de empresas. De hecho, una de las causas principales del fracaso de una empresa es la mala relación entre sus socios fundadores  

Por supuesto que emprender con alguien también tiene sus ventajas. El apoyo moral que vais a daros mutuamente en etapas que podrían ser duras será fundamental para salir adelante. Vais a poder más rápido al principio ya que tenéis más “manos” sobre los problemas que surjan, podéis ahorrar costes de empleados y siempre es positivo tener puntos de vista diferentes sobre un tema para que el resultado final sea más elaborado.  

En resumen, contar con alguien de confianza siempre a tu lado, al igual que en un matrimonio, es algo fantástico, pero ya hemos visto al principio del artículo que las probabilidades de encontrar y mantener a esa persona en el tiempo están siempre en nuestra contra.   

Si por cualquier motivo decides emprender en compañía de uno o varios socios más, ten presente que debéis tener un Pacto de Socios en el que recojáis por anticipado ciertos escenarios que de cumplirse, tengan una resolución clara y que permita que quien salga de la sociedad lo haga de manera ordenada, evitando así que dicha situación ponga en jaque el futuro de la empresa.  

Lo bueno de emprender en un modelo de franquicia es que ya cuentas con un socio. Y un socio estable que va a velar por tus intereses, que va a mantener esa propuesta a lo largo del tiempo y que te va a ayudar en todo lo que necesitas porque su futuro está ligado al tuyo. Porque sí, también hay matrimonios que funcionan.  

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